Hay distintos tipos de soja, no sólo existe la variedad amarillenta que todos conocemos, todas y cada una de ellas nos aportan beneficios y en este caso, hablaré sobre la soja negra.
Es completamente idéntica a la soja convencional, la única diferencia es el color de la cáscara, la cual nos ofrece los nutrientes tan beneficiosos. Esta variedad es muy usada en la macrobiótica para paliar posibles problemas intestinales, vías urinarias y genitales, especialmente en mujeres.
Es un alimento reconstituyente, de muy fácil digestión y especialmente indicado en casos de anemias. Los lípidos presentes en la soja negra, regulan los niveles de colesterol en sangre para así evitar la obstrucción de los vasos sanguíneos, asimismo es muy eficaz para prevenir problemas cardiovasculares como la diabetes de tipo II, la obesidad e impedir la aparición de ciertos tipos de cáncer.
Contiene un alto porcentaje de proteínas, minerales, fibra e isoflavonas (por esta misma razón se recomienda consumir soja a las mujeres), entre otros.
Si buscamos más allá de los ingredientes habituales, podemos encontrar una abundante lista de alimentos del cual nuestro cuerpo, podrá sacar un buen provecho.
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